El sufismo operativo
William Chittick
Extracto del libro titulado “La doctrina sufí de Rumi”
(Jose J. Olañeta, Palma de Mallorca, 2008).
2 . La Nafs
Un tema sobre el que Rumi vuelve a menudo es que el ego o yo carnal (nafs)[1] es un velo que impide al hombre conocer su verdadera naturaleza.
Hemos estado en el cielo, hemos sido amigos de los ángeles;
Volvamos allá, señor, pues aquel es nuestro país (Diwan, p. 33).
Oh tú que tienes un país
Más allá de los firmamentos,
Y sin embargo de tierra y cenizas
Te creíste:
H as grabado tu imagen
En la tierra,
Olvidando aquel lejano país
Que te dio a luz. (Ruba'iyat, p. 8).
El alimento original del hombre es la Luz de Dios: el alimento
animal es inadecuado para él,
Pero, a consecuencia de la enfermedad, su mente ha caído en
esta {ilusión), de que día y noche deba comer agua y barro (111,
1083 - 84).
Oh, ¿durante cuánto tiempo, como niños en la esfera terrestre
Llenaremos nuestro regazo con polvo, piedras y trozos de tiesto?
Dejemos la tierra y volemos hacia el cielo,
Escapemos de la infancia y corramos al banquete de los hombres.
¡Mira cómo te ha atrapado el cuerpo terrenal!
R asga el saco y levanta la cabeza (Diwan, p. 119).
Abandona esta (creencia en los fenómenos). Los amores (sentidos)
por lo que está dotado de forma no tienen por objeto la forma
o el rostro de la dama . ..
El rayo de sol brilló en la pared: la pared recibió un esplendor
prestado.
¿Por qué pones tu afán en un pedazo de turba, oh hombre
simple? Busca la fuenteque resplandece perpetuamente (II702, 708-9).
Eres un idólatra cuando permaneces esclavo de las formas:
abandona su forma (del ídolo) ymira la realidad (I, 2 893).
El pecado capital en el Islam es la asociación (shírk) de otras divinidades a Dios o el politeísmo. Como indicamos más arriba, "No hay ningún dios", la mitad negativa de la Shahadah (nafs), implica la no existencia de todo lo que es distinto de Dios. El sufismo aplica la Shahadah con toda su fuerza y a la luz de su significado más profundo y por con siguiente dice que creer que cualquier fenómeno, sea cual sea, existe con independencia de Dios es asociar este fenómeno a Dios. El verdadero "monoteísta" (muwahhid) ve con la visión de la gnosis que todas las cosas dependen absolutamente de Dios y obtienen toda su realidad de Él. El "asociador" o politeísta (mushrik), en cambio, sufre una ilusión óptica cuya fuente es su atribución de realidad a su propio yo individual. Mientras no escapa de las limitaciones de su ego no puede evitar actuar como si los fenómenos fueran realidades independientes, separadas de Dios.
Arroja polvo a tu ojo que percibe por los sentidos: el ojo
sensual es el enemigo del intelecto y la religión .
Dios ha llamado ciego al ojo sensual [cf Corán, VII, 178};
ha dicho que es un idólatra y nuestro enemigo,
Porque vio la espuma y no el mar, porque vio el presente y
no el mañana (JI, 1607-9).
El ídolo de tu yo es la madre de (todos) los ídolos .. . (I,772).
Si pasáis más allá de la forma, oh amigos, es el Paraíso y
rosaledas dentro de rosaledas.
Cuando has roto y destruido tu propia forma, has aprendido
a romper la forma de todo (III, 578-79).
El remedio para la asociación o el politeísmo es la muerte para sí, una muerte que se produce cuando el hombre es anulado por el amor, pero un amor que, como ya hemos observado, es en esencia la visión de la gnosis y la realización de que sólo Dios es real.
.. . ¡Salve, oh poderoso Amor, destructor del politeísmo!
En verdad, Él es el Primero y el Último: no pienses que el
politeísmo surge de nada más que del ojo que ve doble [a causa
de la existencia propia] (V, 590- 91}.
Al igual que la existencia en y para el yo individual exige que el hombre esté separado de Dios en este mundo, también exige la separación en el otro mundo, y esto, para el sufismo, es uno de los significados profundos del concepto de "infierno".Mientras el hombre permanece apegado a lo que es transitorio -el ego y el mundo- está lejos de Dios.
Por lo tanto, la unión con este (mundo) es separación de
aquel (mundo): la salud de este cuerpo es la enfermedad del
espíritu.
Dura es la separación de esta morada transitoria: sabe,
entonces, que la separación de aquella morada permanente es
más dura.
Puesto que es duro para ti estar separado de la forma, ¡cuán
duro debe de ser estar separado de su Hacedor!
Oh tú que no tienes la paciencia de prescindir del vil mundo,
¿cómo, oh amigo, cómo tienes la pacienciade prescindir de
Dios? ...
Ten cuidado de no casarte con el yo (IV, 3209-12, 3219 ) .
Aquel capitán de la humanidad [el Profeta] dijo verdaderamente
que nadie que se ha ido de este mundo
Siente tristeza, ni pesar, ni desilusión a causa de la muerte;
no, sino que siente mil pesares por no haber aprovechado la
oportunidad,
Y se dice a sí mismo: "¿Por qué no hice de la muerte mi
objeto -(la muerte que es) el depósito de toda fortuna y toda
provisión-
(Y por qué), viendo doble, hice objeto de mi atención durante
toda la vida a esos fantasmas que se desvanecen en la
hora predestinada?"
El dolor de los muertos no es por la muerte; es porque (así
dicen): "Nos demoramos en las formas (fenoménicas),
Y no percibimos que éstas son (mera) forma y espuma, (y
que) la espuma es movida y alimentada por el Mar" (VI,
1450-55).
Antes de su caída, el hombre reflejaba íntegra y conscientemente la Realidad divina - "Dios creó a Adán a Su propia imagen"[2]- y así contenía dentro de sí mismo el principio de toda la Existencia, con la que estaba en perfecto equilibrio. Pero con su caída perdió su contacto interior con Dios, y para él el equilibrio del universo se desdibujó. Al tratar de recuperar su estado original el hombre creó su propio equilibrio y vio las cosas no corno son –en Dios- , sino a través del velo de su yo individual. El proceso de la muerte, ya sea en el sentido de las palabras del Profeta - "Morid antes de morir"- , o en el sentido físico corriente, supone precisamente un retorno al equilibrio original del hombre con el universo, o al menos una conciencia renovada de este equilibrio.
Si un hombre muerto "va al infierno", es a causa de su propia naturaleza: ha creado en sí mismo un equilibrio artificial y se ha erigido en patrón de toda medida, mientras que "el hombre es la medida de todas las cosas" sólo si ve en y a través de Dios, pues no hay otro patrón absoluto. El Profeta dijo: "El hombre está dormido y cuando muere se despierta": el hombre ve la existencia como es y no corno él cree que es. Si su ser no se ajusta al equilibrio del universo, está separado del lugar que le corresponde en el "Orden divino", y ve el equilibrio del universo como un caos. Su punto de referencia y su patrón de medida es todavía su ego. "Oh, hay muchos hombres crudos (imperfectos)", dice Rumi,
cuya sangre vertieron externamente, pero cuya alma carnal
viva escapó a aquel lado.
Su instrumento fue hecho pedazos, pero el bandido quedó
con vida: el alma carnal vive aunque aquello en lo que cabalgaba
se ha desangrado hasta morir.
Acostúmbrate a contemplar la Luz sin el cristal [los intermediarios
de las formas fenoménicas y del yo], para que
cuando el cristal se haga añicos no se produzca la ceguera (en ti) (V, 991)
Es el yo individual lo que separa al hombre de Dios, y en última instancia "Este yo carnal (nafs) es el Infierno…"(I, 1375); para apagar los fuegos del infierno el hombre debe morir respecto a su yo:
(Puesto que) habéis respondido a la llamada de Dios y
habéis llevado agua [el "agua de la vida": el amor] al infierno
abrasador de vuestra alma,
Nuestro [de Dios] Infierno también, en consideración a
vosotros, se ha vuelto verdor y rosas y abundancia y riquezas
(IL 2567-68).
El infierno sólo existe para el hombre cuando el alma carnal "escapa al otro lado":
La muerte de cada persona es de la misma calidad que esa persona, hiio mío: para el enemigo (de Dios), un enemigo; y para el amigo de Dios, un amigo...
Tu temor a la muerte cuando huyes [de ella] es en realidad tu temor a ti mismo. ¡Ten cuidado, oh [querida]alma!
Es tu propio [feo] rostro, no el de la Muerte: tu espíritu es como el árbol, y la muerte (es como) la hoja.
Ha crecido de ti, tanto si es buena como si es mala: todo pensamiento oculto tuyo, abyecto o hermoso, [ha nacido] de ti.
Si te hiere una espina, tú mismo lahas sembrado; y si vas (vestido) de satén y seda, tú mismo lo has hilado. (IIL 3489 ss.).
*
[1]Es verdad, naturalmente, que el concepto de la "nafs" en el sufismo es mucho más complicado de lo que se podría explicar en la presente exposición. Por ejemplo, en la parte 3 indica que el yo individual debe transformarse a lo largo del camino espiritual. Esta transformación a menudo se describe según las tres fases de la nafs de acuerdo con la terminología coránica: la nafs-i ammarah ("el alma que incita" al mal), que es de la que nos ocupamos esencialmente aquí, la nafs-i lawwamah ("el alma que (se) reprocha" a sí misma sus defectos), y la nafs-i mutma'innah ("el alma en paz" con Dios).
[2]Este es un hadith del Profeta muy conocido.