domingo, 16 de diciembre de 2018

SUFISMO OPERATIVO (I)






El sufismo operativo

(Primera Parte)


William Chittick


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Extracto del libro titulado “La doctrina sufí de Rumi”

(Jose J. Olañeta, Palma de Mallorca, 2008).



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1 . La unión con Dios

En general, a la realización por parte del hombre de su estado primordial - el de Hombre Universal en su plenitud- se le llama, desde el punto de vista del viajero espiritual o de los aspectos "operativos" ('amali) del Camino, "unión con Dios" (al-wisdl bi'l- haqq). El camino que lleva a la unión es largo y difícil y ha sido descrito de diversas maneras por diferentes sufíes. Para lo que aquí nos interesa, nos basta con limitarnos a una consideración de dos pasos principales en el Camino, pasos que son una aplicación de la Shahadah al esfuerzo espiritual. El primero de ellos es fana', la "aniquilación de sí", que deriva del "ningún" de la Shahadah: "No hay ningún dios salvo Dios", no hay ninguna realidad salvo la Realidad. La existencia propia del hombre no es real, puesto que él no es Dios; por consiguiente la ilusión de que es real debe ser aniquilada. El segundo es baqa', la "subsistencia en Dios", que surge del "salvo": No hay ninguna realidad salvo la Realidad. Puesto que lo Dios es real, el Sí real del hombre es Dios. El hombre lo alcanza la Realidad desapareciendo de su sí ilusorio y asentándose en su real.

Rumi resume la relación de la Shahadah con los estados de fana' y baqa' del modo siguiente:

"Todo es perecedero salvo Su faz ": a menos que estés en Su faz (esencia), no trates de existir.
Cuando alguien ha desaparecido (de sí mismo) en mi (de Dios) faz, las palabras "todo es perecedero" no (le) son aplicables.
Porque él está en "salvo': ha trascendido el ''ningún': quienquiera que esté en "salvo" no ha desaparecido (respecto a su Sí real).(I, 3052- 54).
Cuan do el “yo" de un hombre es anulado (y eliminado) de la existencia, ¿qué más queda? Consídéralo, oh negador.
Si tienes un ojo, ábrelo y mira. Después de ''ningún”, ¿qué más queda? (VI, 2096 -97).

"Morid antes de morir" es una Tradición del Profeta que Rumi comenta a menudo, como por ejemplo en este pasaje:

Oh tú que posees la sinceridad, (si) quieres esa (Realidad) desvelada, elige la muerte y desgarra el velo (de t u existencia propia}.
No una muerte tal que vayas a la tumba, (sino) una muerte que consista en la transformación (espiritual) (VI, 738-39).

El hombre no debe malgastar sus esfuerzos en trivialidades, sino que debe concentrar toda su atención en el Camino, pues "excepto el morir, ninguna otra habilidad es provechosa con Dios" (VI, 3838). El yo individual es una prisión que mantiene al hombre separado de Dios: "Estar cerca (de Dios) no es ir hacia arriba o hacia abajo: estar cerca de Dios es escapar de la prisión de la existencia" (I II, 4515). Por esta razón, los buscadores de Dios

desean que la amistad, la pasión, el amor, la incredulidad y la fe no permanezcan, de manera que puedan reintegrarse a su origen. Pues todas estas cosas son muros y una causa de
estrechez y dualidad {Discourses, p. 203).

Todos estos atributos individuales deben ser trascendidos, ya que sólo pertenecen a la existencia propia.

No digas que el corazón que está atado (condicionado) por (atributos corporales como) la tristeza y la risa es digno de verte (a Dios)…
El que está atado por la tristeza y la risa vive por medio de estas dos cosas (efímeras e irreales).
En el verde jardín del Amor, que no tiene fin, hay muchos frutos además de la tristeza y la alegría.
El amor es superior a estos dos estados de sentimiento: sin primavera y sin otoño, (siempre) está verde y fresco (I, 1791 - 94).

Es el amor, en realidad, el medio por el cual el hombre muere para mismo, pues "el Amor es un atributo de Dios" (V, 2185) que consume "los atributos del yo, pelo a pelo" (III, 1922). Cuando el amor - que, como explicamos antes, implica el aspecto realizado del conocimiento y el apego del hombre a Dios- se actualiza verdaderamente, las limitaciones del yo individual quedan atrás.

Eres un amante de Dios, y Dios es tal que cuando llega no queda de ti un solo pelo.
A esa mirada (Suya), cien como tú se desvanecen...
Tú eres una sombra (esto es, estás compuesto tan sólo de las limitaciones del ego[1]) y estás enamorado del sol: llega el sol, y la sombra desaparece rápidamente (III, 4621-23).
Este no-existente que se ha marchado de mismo (carece de ego) es el mejor de los seres y el grande (entre ellos [los hombres]).
Al desaparecer posee realmente la vida eterna.
Todos los espíritus están bajo su gobierno; todos los cuerpos están también bajo su control [puesto que es el Hombre Universal} (IV, 98- 400).
Cuanto más sube uno [por la escalera del apego al ego}, más necio es, pues sus huesos se romperán peor.
Esto es (constituye) los derivados {del sujeto), y sus principios fundamentales son que exaltar el propio yo es (reclamar) la asociación con Dios.


Si no has muerto y vives a través de Él, eres un enemigo que trata de reinar en asociación (con Él).
Cuando has llegado a vivir a través de Él, aquello (en que te has convertido) es en realidad Él; es Unidad absoluta, ¿cómo puede ser asociación?
Busca la explicación de esto en el espejo de las obras piadosas, pues no obtendrás su comprensión por el habla y el discurso (IV, 2764-68)

El Amor vino, y se volvió a marchar,
Como la sangre en mi carne y mis venas;
Del yo el Amor me liberó
Y con el Amigo me completó.

Sólo queda mi nombre;
Toda partícula de mi ser,
El Amigo la tomó para Sí,
Y así el Amigo se convirtió en mi todo (Rubayat, p. 45).

Desde que oí por primera vez a los hombres contar
El famoso cuento del Amor,
Con el corazón, el alma y el ojo
En su causa luché.

"Por ventura”, dije, "el Amado
Y el que ama son dos":
P ero, mirad, el dos resultó ser uno,
Mi visión era doble, y era vana (Rubayat, p. 48).

La unión con Dios es la absorción completa en Él, de modo que

el que es absorbido ya no está allí; no puede hacer ningún esfuerzo más; deja de actuar y de moverse; está sumergido en el agua. Cualquier acción que proceda de él, no es su acción, es la acción del agua. (Discourses, p. 55).

¿Supones
Que actúo como yo dispongo,
O, cuando llega el momento,
Estoy en mis manos?
Como una pluma estoy
Delante de mi escribano,
O como una pelota soy,
Prisionero de mi mazo (Rubayat, p. 17).


Cuando se intenta definir el estado de unión con más precisión, lo máximo que se puede hacer es despojarlo de todas las limitaciones que condicionan la existencia. Estas limitaciones sólo tienen una especie de "realidad negativa", mientras que en el estado de unión sólo permanece la realidad positiva, es decir, Dios[2].

¿Qué hay que hacer, oh musulmanes?, pues no me reconozco
a mí mismo.
No soy ni cristiano, ni judío, ni gabr, ni musulmán.
No soy del Este, ni del Oeste, ni de tierra firme, ni del mar;
No soy de la ceca de la naturaleza, ni de los cielos que giran.
No soy de la tierra, ni del agua, ni del aire, ni del fuego;
No soy del empíreo, ni del polvo, ni de la existencia, ni de la
entidad.
No soy de la India, ni de China, ni de Bulgaria, ni de Saqsin;
No soy del reino de 'Iraqain, ni del país del Khorasan.
No soy de este mundo, ni del otro, ni del Paraíso, ni del
Infierno;
No soy de Adán, ni de Eva, ni del Edén y Rizwan.
Mi lugar es lo Sin Lugar; mi huella es lo Sin Huella[3];
No es cuerpo ni alma, pues pertenezco al alma del A mado.
He alejado la dualidad, he visto que los dos mundos son uno;
Busco al Uno, conozco al U no, veo al Uno, llamo al Uno…
Estoy embriagado con la copa del Amor, he perdido de vista a los dos mundos...
. . . Estoy tan embriagado en este mundo,
Que salvo de embriaguez y jolgorio no tengo nada de qhablar (Diwan pp.125 -127)[4]


Los estudiosos de la religió n a menudo han llegado a la conclusión de que la unión con Dios o la liberación tal como se expone en las doctrinas orientales es una completa extinción, de modo que el individuo es "una gota de agua en el mar" y pierde así todo lo que ha sido. En algunos aspectos esto es verdad, como lo atestiguan muchas formulaciones de Rumi. Pero si el individuo pierde lo que era, sólo pierde lo que en sí es privación y nada. La unión no significa nada negativo; según todas las doctrinas tradicionales, su verdadera naturaleza es plenitud absoluta[5].  Si la meta se presenta en términos negativos es porque en relación con el mundo Dios es "nada", pero esto sólo es porque el mundo no es nada en relación con Dios. Y es Dios quien es real, no el mundo.

La pregunta básica que hay que hacer cuando consideramos la doctrina de la unión es: "¿Cuál es el verdadero sí del hombre?". En su Risdlat al-ahadiyyah, Ibn 'Arabi dice: "Él Se envió a Sí mismo consigo mismo hacia Sí mismo[6].  Gracias al camino espiritual el hombre despierta de su sueño y descubre que no es lo que había creído ser; no es ese particular modo de conciencia con el que se había identificado. Y el hombre no "logra" nada al realizar la unió n con Dios, sino que más bien se convierte en lo que siempre había sido en su naturaleza más interior[7].  Dios es lo Real y nada puede ser fuera de Su
Realidad.

Tomemos la famosa frase "Yo soy Dios''. Algunos hombres consideran que es una gran pretensión; pero "Yo soy Dios" es en realidad una gran humildad El hombre que dice "Soy el servidor de Dios" afirma que existen dos: uno, él mismo y, el otro, Dios. Pero el que dice "Yo soy Dios" se ha aniquilado a sí mismo y se ha arrojado al viento. Dice: "Yo soy Dios": esto es, “yo no soy, Él lo es todo, nada tiene existencia excepto Dios, yo soy una pura no -entidad, no soy nada ". En esto la humildad es mayor (Discourses, pp. 55-56).


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[1] El Amor divino es el Sol de la perfección: la Palabra (divina) es su luz, las criaturas son como sombras (VI, 983).
[2] Véase Guénon, La metafísica oriental, p. 35.
[3] "Tú eres de alguna parte, (pero) tu origen está en Ninguna Parte" (II, 612). "Si aquel que ha 'nacido del Espíritu' es como el viento, que 'no sabes de dónde viene ni a dónde va', eso es porque, al estar identificado con el Sí, carece de origen; ha salido del encadenamiento de las causaciones cósmicas y se encuentra en lo Inmutable", Schuon, Senderos de Gnosis, p. 87.
[4] Este poema no se incluye en la edición crítica del Diwan debida a Furüzanfar (que apareció muchos años después del libro de Nicholson), aunque se encuentra en algunos manuscritos y ediciones no críticas, de las que Nicholson debió de sacarlo. Aunque probablemente es espurio, representa realmente la perspectiva de RumL
[5] Véase Guénon, La metafísica oriental, p. 36.
[6] Citado por Nasr, Three Muslim Sages, p. 107.
[7] ''Nadie ha subido al cielo sí no es el que ha bajad o d l cielo... '. 'Subir al Cielo' es 'convertirse en Sí mismo', es decir, en lo que nunca hemos dejado de ser en realidad, en el sentido de que la esencia del ego es el Sí, esa 'Vida' que obtenemos tan sólo perdiendo la del 'yo"'. Schuon, Senderos de Gnosis, p. 88.