jueves, 20 de abril de 2017

VASANAS





Sobre la destrucción de 

los “deseos latentes” (vasanas)



Sri Vidyaranya



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Brahma_Jivanmuktiviveka




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Extracto del capítulo segundo del libro titulado “Tratado Vedanta sobre la Liberación en Vida” (Jivanmukti Viveka), escrito por el sabio vedantino y Jagadguru del siglo XIV, Sri Vidyaranya Swami. Editado  por primera vez en castellano en Editorial Sanz y Torres, Madrid, 2017.  Traducción, introducción y notas, Roberto Mallon Fedriani. 

Como se verá a continuación, Vidyaranya nos habla aquí sobre los tres medios para lograr la denominada "Liberación en Vida" (Jivanmukti): el Conocimiento de la Verdad, la Disolución de la mente, y la Destrucción de los deseos latentes (Vasanas). Así mismo, se afirma que el Conocimiento de la Verdad, conduce a la "Liberación después de la muerte" (Videhamukti).

El concepto que se propone de Liberación pasa por alcanzar un estado de indiferencia/desapego (vairagya) hacia los objetos ilusorios (todo lo que no-es-Brahman) y llevar al Ser a su verdadero origen; allí donde únicamente brillan las impresiones o (Vasanas) de la Felicidad Suprema de Brahman, una vez desechadas todas las falsas superposiciones (Adhyasa), y donde “El Sí Se re-encuentra a Sí Mismo”. Es a partir de este capítulo en donde comienzan a aparecer claramente los métodos del Raja Yoga que propone Vidyaranya como coadyuvantes del proceso vedántico de realización, en especial en la llamada etapa de “meditación/asimilación” (nidhidhyasana) que sigue a las de “escucha” (sravana) y “reflexión” (manana) sobre las enseñanzas de los textos sagrados (shastras) impartidas por el maestro. 


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OM_AUM_jivanmukti viveka



A continuación hablaremos sobre los medios para alcanzar la Liberación en vida (Jivanmukti).

Los medios para lograr Jivanmukti son: el Conocimiento de la Verdad, la Disolución de la mente, y la Destrucción de los deseos latentes (Vasanas). De ahí que en el Yoga Vashista se diga lo siguiente al tratar sobre el cuerpo de los Jivanmukta:

“¡Oh sabio Rama! La práctica simultánea durante largo tiempo de la destrucción de los deseos latentes, de los medios hacia el Conocimiento, y de la disolución de la mente, produce el resultado.”

Una vez mostrada la relación entre los medios y el fin, a continuación el sabio señala que si los medios están ausentes, el resultado también lo estará:

“Hasta que estos tres medios no sean correctamente practicados conjunta y repetidamente, la realización de ese estado no tendrá lugar, ni siquiera en cientos de años.”

Y después se afirma que si estos tres medios no se practican conjuntamente ello obstaculizará la consecución del resultado:

“Si se practican uno a uno, incluso por largo tiempo y con arduos esfuerzos, no darán resultado. Ocurre lo mismo que con los mantras que fallan en la producción de resultados si se recitan de forma poco sistemática y a intervalos irregulares.”

Está prescrito que mientras se llevan a cabo los actos religiosos del crepúsculo[1] se deben recitar los tres mantras de alabanza que comienzan con las palabras: “¡Oh aguas, vosotras sois (apo hi shtha…)…! etc.”. Si en vez de recitar los tres mantras seguidos se recita uno por día, la ceremonia descrita en las Escrituras no tendrá éxito. Ocurre también que un mantra de seis fragmentos no dará resultado si se recita dejando un intervalo entre sus partes. Y es obvio que en el ámbito de las cuestiones mundanas, como por ejemplo en el acto de cenar, si solo se sirve un plato cada día –sea el de vegetales, el de sopa o el de arroz– en vez de todos ellos juntos, puede decirse que la cena ciertamente no hay sido servida. Con estos ejemplos se debe entender que el estudio de los tres medios mencionados más arriba ha de llevarse a cabo simultáneamente.

Respecto a que esta práctica debe ser prolongada, se dice lo siguiente:

“Por la práctica prolongada de estos tres medios, se destruyen los nudos del corazón sin dejar atrás ninguna duda, lo mismo que se cortan los hilos del tallo del loto cuando se corta en dos.”

La misma idea se muestra también de forma contraria:

“¡Oh Rama! La experiencia que se tiene de este mundo –adquirida a través de cientos de encarnaciones anteriores – nunca se disuelve sin un prolongado «estudio».”

Cuando estos medios se ponen en práctica por separado, no solo no producen los resultados, sino que incluso llega a impedir la adecuada realización de cada uno de ellos:

“Estos tres medios –Conocimiento de la verdad, Disolución de la mente, y Destrucción de los deseos latentes– al ser uno causa del otro, se hacen aún más difíciles de alcanzar.”

Cuando estos tres medios se juntan dos a dos, se derivan tres parejas. De entre ellas, la pareja consistente en la “disolución de la mente” y la “destrucción de los deseos latentes” tienen entre sí una relación causal mutua que a continuación se describe de forma negativa:

“Hasta que la mente no se disuelve no puede haber supresión de los deseos latentes, y hasta que no se eliminan los deseos latentes la mente no se disuelve.”

Se llama “mente” al órgano interno (Antahkarana)[2] sufriendo diversas modificaciones cuando lleva a cabo la acción mental; este proceso es análogo a la sucesión de llamas de una lámpara. La disolución de esta “mente” implica renunciar a todo este flujo de modificaciones y permanecer en un estado de supremo de control.
Dice Patanjali en sus Yoga Sutras:

“Estar bajo el supremo control es alcanzar el momento de control sobre la mente; es allí cuando las impresiones que la impelen a transformarse están neutralizadas y predominan otras impresiones que la mantienen sujeta.”

Es decir, cuando las impresiones que impulsan la mente a transformarse son neutralizadas, las impresiones que la mantienen bajo control se manifiestan, y el momento de control logra poder sobre la mente. Esto es todo lo que quiere decir la expresión “disolución de la mente”.
Se llama Vasana (deseo latente) a aquella impresión mental que repentinamente es causa de transformaciones mentales en funciones tales como la ira y similares, sin que se dé–en ese momento–ningún pensamiento sobre el pasado o el futuro. Estos Vasanas son los deseos que quedan atrás en la mente por causa de las experiencias previas; ocurre igual que el trozo de tela que retiene la fragancia de la flor con la que ha estado en contacto.

La eliminación de estos deseos latentes o Vasanas significa imposibilitar el surgimiento de estados como el de ira y similares, y ello incluso en presencia de las causas que los provocan. Esto ocurre cuando se han fijado firmemente en la mente las impresiones mentales puras, impresiones tales como la satisfacción[3] , el autocontrol, y similares[4] . Si la mente continua sin disolverse, las transformaciones o modificaciones mentales continuarán dándose, y cualquier causa accidental podrá provocar la ira y estados similares, en cuyo caso no habrá habido eliminación de los Vasanas. Y viceversa: mientras que no se destruyan los Vasanas, continuarán las transformaciones mentales igual que antes, y no habrá “disolución de la mente”[5] .

El “Conocimiento de la Verdad” y la “Disolución de la mente” tienen entre sí una relación causal inversa:

“¿Cómo puede estar la mente en calma sino hasta que haya Conocimiento de la Verdad? El Conocimiento de la Realidad no puede surgir hasta que la mente no se calme.”

Formas, sabores, y todo aquello que constituye la experiencia, es un mundo de ilusión, no existe en realidad. En verdad todo esto es Atman. El verdadero Conocimiento es estar convencido de esto. Sin embargo, cuando este Conocimiento no se ha alcanzado, los objetos existen como substrato de las formas, de los sabores y demás propiedades, y no hay nada que pueda evitar que la mente se transforme a sí misma en distintas funciones en relación con esos objetos; ocurre igual que con la llama del fuego que no se puede detener mientras continuemos alimentándola con combustible.

En ausencia de calma mental, las formas, los sabores, etc., se experimentarán a través de las transformaciones mentales, y consecuentemente surgirá la duda acerca de la veracidad de aquellos textos de la Sruti como: “No hay dualidad en esto en absoluto”, o “El (asiento sacrificial hecho de) hierba sagrada es el sacrificante”. Esto es así porque al entender que afirmaciones como estas van en contra de la propia experiencia, quedará impedido el surgimiento de la convicción de que “Brahman es Uno-sin-segundo”.

La relación causal inversa entre la “Eliminación de los deseos latentes (Vasanas)” y el “Conocimiento de la Verdad” se describe de este modo:

“¿Cómo puede surgir el Conocimiento sino hasta que los deseos latentes son erradicados? Hasta que no se alcanza el Conocimiento no se pueden erradicar los deseos latentes.”

Si como consecuencia de la ausencia de los medios –tales como el auto-control y similares– no se eliminan los deseos latentes (de enojo y similares), entonces el Conocimiento de la verdad no puede surgir. Sin la Realización de Brahman como “Realidad Última sin segundo”, la realidad ilusoria que otorga a las causas del enojo y similares una apariencia de realidad –ese falso Conocimiento– no se eliminará, y consiguientemente tampoco los deseos latentes o Vasanas.

Ahora vamos a describir la mutua relación causal de las tres parejas antedichas, mostrando su constante correspondencia.

Una vez disuelta la mente y no habiendo consciencia de ninguna causa exterior que pueda desarrollar la impresión mental en su totalidad, entonces el deseo latente se desvanece por sí mismo. Habiendo muerto el deseo latente, ya no queda causa para que se dé ese funcionamiento de la mente que llamamos ira, cólera, o similares, y la mente se disuelve de inmediato. Ésta es la pareja constituida por la “disolución de la mente” y la “eliminación de los deseos latentes”.

En la Kata Upanishad la cuestión se plantea así:

“El Sí Mismo es visto por el intelecto agudo…”[6]

A partir de esta Sruti se puede inferir que, como la única que puede “ver” es esa mente que tiene centrado todo su funcionamiento en la Unidad del Sí Mismo, la destrucción de todas las demás funciones es claramente la única causa del Conocimiento correcto. Una vez surgido el Conocimiento, la totalidad del mundo de la experiencia se reduce a nada, y la mente cesa de pensar sobre él –lo mismo que dejaría de pensar en los “cuernos de una liebre” y en otras imposibilidades similares–. Además, ninguna forma de pensamiento tiene ya utilidad una vez que se ha visto plenamente a Atman. Así es como la mente se consume igual que el fuego sin combustible. Esta es la pareja constituida por la “Disolución de la mente” y el “Conocimiento de la Verdad”.

Que el Conocimiento de la Realidad Última conduce a la aniquilación de los deseos latentes (Vasanas) lo describe el Vartikara (Sureshvaracharya) del siguiente modo:

“¿Cómo podría el hombre de discriminación, que se ve a Sí Mismo en el amigo, en el enemigo y en su propio cuerpo, sentirse más enojado con ellos que con los miembros de su propio cuerpo?”[7]

Auto-control y términos similares son otros nombres que se dan a la aniquilación de los deseos latentes (Vasanas), y es bien sabido que éstos –auto-control, control de los impulsos, etc. – son medios hacia el Conocimiento.[8]
Vashista dice también que:

“Las virtudes tales como el auto-control y similares prosperan con el Conocimiento, y el Conocimiento se desarrolla con estas virtudes. Ocurre lo mismo que con el lago y el loto: el bienestar de uno conduce al bienestar del otro.”

Así pues, esta es la pareja del “Conocimiento de la Verdad” y “Aniquilación de los deseos latentes (Vasanas)”.

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Los caminos para alcanzar los tres medios –empezando por el Conocimiento– se describen así:

“Por tanto ¡Oh Raghava!, un hombre que discrimina debe renunciar a distancia con firme esfuerzo a todo deseo de goce, y recurrir a estas tres cosas: al ‘conocimiento de la verdad’, a la ‘disolución de la mente’ y a la ‘eliminación de los Vasanas.

Un esfuerzo firme significa decirse a uno mismo: “…de un modo otro, en verdad debo conseguirlo”. Se trata de una resolución enérgica por conseguir sin falta una cosa. Discriminación (Viveka) significa discernimiento adecuado y convicción tras el debido análisis y observación. La escucha (sravana) de las Escrituras y demás[9] son los medios hacia el Conocimiento de la Verdad; la práctica del yoga[10] es el medio hacia la “disolución de la mente” (manonasa); y la construcción de impresiones mentales contrarias, el medio para conseguir la “eliminación de los deseos latentes” (vasanaksaya). Se dice que hay que mantener el deseo “a distancia” porque si se consiente aunque solo sea en pequeña medida, entonces no tendrá límites. Ocurrirá tal y como dijo el sabio Manu:

“Al igual que el fuego que continua creciendo mientras se alimenta con grasa de mantequilla…”

Aquí puede surgir una duda:

Anteriormente se ha mostrado que el Conocimiento es resultado de la “renuncia del buscador” (Vividisa Sannyasa), y que la Liberación en vida (Jivanmukti) es el resultado de la “renuncia del conocedor” (Vidvat Sannyasa). A partir de esto parece pues que aquel que ha alcanzado el Conocimiento debería ir hacia la “renuncia del conocedor”, y mientras viviese en ese estado debería intentar acabar con las trabas que le mantienen atado –esto es, los deseos latentes y el funcionamiento de la mente–. Sin embargo, lo que se está diciendo ahora es que se lleve adelante conjuntamente la adquisición del Conocimiento, la destrucción de los deseos latentes y la disolución de la mente. ¿Acaso no es esto contradictorio con lo que se ha dicho antes?

Respuesta:

No lo es, pues tomando una de las (tres) cosas como la principal y las demás como subordinadas podemos reconciliar fácilmente las dos afirmaciones. Para “el buscador” (el Vividisa Sannyasa), el Conocimiento de la Verdad es lo principal, y la “disolución de la mente” y la “destrucción de los deseos latentes” secundarios. En cambio, para “el Conocedor” (Vidvat Sannyasa) es justamente lo contrario. Así pues, de este modo se ve que no hay contradicción en afirmar la necesidad de la práctica simultánea de los tres medios en ambos casos.

Tampoco se debe creer que el estudio subsiguiente de las Escrituras tenga poca utilidad para aquel que lo ha alcanzado todo habiendo alcanzado ya el Conocimiento. La utilidad que tiene este estudio posterior la veremos al tratar más adelante sobre el objeto de Jivanmukti. Si se pregunta en qué podría consistir este estudio posterior para aquel que está ya Realizado, es decir, para aquel que no necesita utilizar los medios hacia el Conocimiento (como sravana y demás), por no tener ya estos medios nada que ver con ese Conocimiento que –habiéndose ya alcanzado– no podría perderse ni tampoco permitiría que uno se abandonarse al placer, –a esta pregunta– nosotros respondemos que el “estudio posterior” debe consistir en este caso en el recuerdo frecuente de la Esencia por cualesquiera que sean los medios. Este tipo de “estudio posterior” ha sido señalado en el episodio sobre Lila en el Yoga Vashista: 

“Reflexiona sobre Eso[11] , conversa sobre Eso, iluminaros unos a otros acerca de Eso. Esto es en verdad estar por siempre en el Uno. Los sabios llaman a esto el estudio del Conocimiento o gnosis.”

“Lo objetivo nunca ha existido –desde el principio la Creación–. El mundo de la experiencia hecho de sujeto y objeto es por siempre una nada; esta es la mejor forma de estudio.”[12]

La diligencia en la práctica de la “disolución de la mente” y la “destrucción de los deseos latentes” se señalan también en el mismo pasaje:

“Los verdaderos estudiantes son aquellos que intentan realizar la absoluta inexistencia del sujeto y del objeto a través de libros y diestros recursos.”

Se llama “conocimiento de la inexistencia” a la comprensión de la futilidad de la distinción entre sujeto y objeto. Cuando esta distinción es algo que incluso se experimenta, se dice entonces que se da “la realización de su absoluta inexistencia” (atyantabhavasampati). Los “diestros recursos” se refieren al yoga. Por consiguiente, esto implica diligencia en cuanto a la “disolución de la mente”.

“Cuando por medio de la realización de la inexistencia de lo objetivo, y el amor (la atracción) y el odio (la repulsión) han sido reducidos a la delgadez más transparente, entonces surge un sentido del placer que es nuevo; a esto se le llama ‘el estudio de Brahman’.”

A esto es a lo que se llama “diligencia en la destrucción de las impresiones mentales o deseos latentes”.

Cabe ahora preguntarse si de entre estas tres prácticas que se han planteado como si tuvieran una importancia similar, cabría darle a alguna de ellas el puesto principal y a las otras el subordinado. A esto decimos que esta duda no debe existir, pues esta división depende de cuál sea el objetivo que uno tenga a la vista. Para aquel que desea la Liberación, los dos objetivos son Jivanmukti y Videhamukti. Acerca de esto dice la Sruti:

“… siendo primero liberado de la ignorancia mientras estaba vivo, es liberado una vez más al abandonar el cuerpo.”

La vida del Sí Mismo más elevado conduce al ser humano viviente a la Liberación. La vida del sí mismo inferior a la Esclavitud. Esto mismo lo ha dicho el Señor en el capítulo sexto de la Bhagavad Gita:

“Los tesoros divinos conducen a la Liberación, los demoniacos a la Esclavitud.”

En el mismo lugar también se describen como son estos dos tipos de “vida”:

“La valentía, la pureza de corazón, la constante dedicación al Conocimiento, la caridad, el auto-control, el sacrificio, el estudio de las Escrituras, la adecuada austeridad, la rectitud, el amor universal, la veracidad, la liberación de la cólera, la renuncia, la paz interior, la ausencia de envidia, la compasión hacia todos los seres, la indiferencia hacia los objetos sensoriales, la suavidad de corazón, la modestia, la serenidad, la brillantez intelectual, la tolerancia, la fortaleza, la pureza, la amabilidad hacia todo, la ausencia de orgullo –todas estas cosas– ¡oh Bharata! (Arjuna) son las cualidades de aquel que ha nacido a la vida del Sí Mismo superior. La ostentación, la arrogancia, el engreimiento, la ira y también la dureza y la ignorancia –estos ¡Oh Partha!– son los atributos que se ven en aquel que ha nacido a la vida del sí mismo inferior.”

Esta “vida del sí mismo inferior” se continua describiendo en el mismo tono hasta el final del capítulo. La idea es que los Vasanas “maléficos” nacidos de la vida del sí mismo inferior –que son inherentes a uno desde el nacimiento y que van en contra de las enseñanzas de los textos sagrados– pueden apartarse por medio de los Vasanas benéficos surgidos de la Vida del Sí Mismo Superior que se alcanzan por el propio esfuerzo y se mantienen conformándose a las Escrituras. Una vez hecho esto, Jivanmukti es fácil de lograr.

La Sruti también habla de la “disolución de la mente” como causa de Jivanmukti:

“La mente es para el hombre la sola causa de la esclavitud y de la liberación; la mente apegada a los objetos de los sentidos contribuye a la esclavitud, y cuando está libre de tal apego conduce a la Liberación. El que busca la Liberación debe por tanto intentar mantener su mente siempre libre de los objetos sensoriales porque –tal y como ya se ha prescrito– la mente que es rescatada de este modo alcanza la Liberación. Cuando la mente está vacía de los apegos hacia los objetos sensoriales y se evita que funcione volcada hacia el exterior, entonces despierta en la luz del corazón y encuentra el Estado Supremo. La mente se debe mantener en ese estado hasta que se disuelve en el corazón (es decir, completamente libre de transformaciones). Esto es Conocimiento y esto es también Liberación; el resto del discurso de las Escrituras es solo un desarrollo detallado de este tema.”

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Hay dos tipos de esclavitud o apego: fuerte y débil. La vida del sí mismo inferior, al ser la causa directa del sufrimiento, constituye el primer tipo. El otro tipo de esclavitud (el débil) es la percepción de la dualidad, lo cual en sí no es en dañino, pero como es lo que genera las cualidades de la vida del sí mismo inferior, es por eso por lo que se dice que es una “esclavitud o apego débil”. Por medio de la “aniquilación de los deseos latentes” solo se suprime la esclavitud fuerte, pero por medio de la “disolución de la mente” se destruyen ambos tipos, la fuerte y la débil. No obstante, no se debe pensar que la “disolución de la mente” lo hará todo de por sí y que la “destrucción de los deseos latentes” sea entonces algo superficial, porque cuando el poderoso Prarabdhakarma –que es la causa de que se experimente el placer y el dolor– pone en acción a la mente, se necesita de la “aniquilación de los deseos latentes” a fin de evitar que surja el apego fuerte. Además, la experiencia inevitable de placer o de dolor puede ser ocasionada por el apego débil.

Todas las transformaciones mentales que son causadas por el guna Tamas se entiende que son apegos fuertes, y las causadas por los gunas Satva y Rajas, apegos débiles. Esto se ha explicado al tratar sobre “Aquel cuya mente no se altera ante el sufrimiento, que no es dominado por la felicidad…”

No se debe pensar que al no ser censurable el apego débil, y habiendo destruido el otro tipo de apego (el fuerte) con la “destrucción de los deseos latentes”, no haya entonces que insistir en la “disolución de la mente”, pues ésta es necesaria para rechazar el efecto (el sufrimiento) del así llamado Prarabdhakarma débil o “Necesidad” débil.

Y respecto a la posibilidad de evitar los resultados de este Prarabdhakarma débil se ha dicho:

“Si se pudiera evitar lo que inevitablemente ha de ocurrir (Prarabdhakarma), entonces Nala, Rama y Yudhisthira nunca hubieran sido arrastrados al sufrimiento.”[13] .

Así pues la “supresión de los deseos latentes” y la “disolución de la mente” son esenciales, pues son los medios directos hacia Jivanmukti, mientras que el “Conocimiento de la verdad”, al ser una causa mediata que produce a aquellos dos, es secundario.
Son muchas las ocasiones en las que la Sruti afirma que el Conocimiento es la causa de la “destrucción de los deseos latentes” (vasanaksaya):

“En Conocimiento de lo divino termina con todas las ataduras, incluyendo el nacimiento y la muerte.”[14]

“Por la Realización de Dios a través de la concentración sobre el Sí Mismo, el sabio deja atrás tanto la alegría como la tristeza.”

“Aquel que conoce el Sí Mismo cruza por encima de la tristeza.”

“Entonces, ¿qué ilusión y qué tristeza puede haber para aquel que ve la Unidad?”

“Por el Conocimiento de Dios es Liberado de todas las cadenas.”


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Las Sruti también afirman el hecho de que el “Conocimiento de la Verdad” es causa de la “disolución de la mente”. Al referirse al estado de Realización, la Sruti dice:

“… cuando en verdad todo se ha convertido en su propio Sí Mismo, entonces ¿por medio de qué y a quién verá uno; y por medio de qué y a quien olerá uno…?”[15]

El Acharya Gaudapada también lo dice de este modo:

“Cuando la mente realiza el Conocimiento de que solo el Sí Mismo (Brahman/Atman) es real, cesa toda imaginación, se alcanza el estado en el que no hay mente, pues entonces ésta muere a falta de objetos de conocimiento con los que relacionarse.”[16]

Así como “la destrucción de los deseos latentes” y “la disolución de la mente” son las causas principales de Jivanmukti, el Conocimiento –al ser directo– es la causa principal de Videhamukti (la liberación después de la muerte). Dice la Sruti:

“Solo el Conocimiento conduce a ‘la unidad absoluta del espíritu’ (Kaivalya) que lleva a la Liberación.”

La “unidad absoluta del espíritu” (Kaivalya) es –por así decirlo– el estado de soledad del Sí Mismo, sin cuerpo ni adjuntos similares. Este Kaivalya solo se alcanza por medio del Conocimiento, pues el estado de materialidad en forma de cuerpo, etc., procede de la ignorancia y solo se puede disolver a través del Conocimiento. Con las palabras “solo” y “soledad” que se añaden para calificar el Conocimiento se pretende excluir la religión formal basada en el las acciones rituales (karma). La Kaivalya Upanishad lo dice de este modo:

“No por la acción, no por los hijos, no por las riquezas…”

Aquel que no ha estudiado adecuadamente la disciplina del Conocimiento pero que por un medio u otro sí ha conseguido la “destrucción de los deseos latentes” y la “disolución de la mente”, y se dedica a la adoración de Brahman condicionado (a Brahman con atributos), nunca realiza Kaivalya (la unidad absoluta del Sí Mismo), pues su cuerpo sutil sigue sin ser destruido. Así pues, al utilizar el término “solo” queda también excluida esta devoción. Las palabras “lleva a la Liberación” significan que cuando se ha alcanzado Kaivalya a través del Conocimiento, el individuo queda liberado de todo tipo de ataduras y esclavitudes. Esas esclavitudes son de muchos tipos: el nudo de la ignorancia[17] , la convicción consistente en afirmar “yo no soy Brahman”, el nudo que ata el ego al corazón, la duda, la acción (karma), el deseo por las cosas, la muerte, el renacimiento, etc. Éstas y otras muchas son las diferentes formas de esta esclavitud. Todas estas ataduras son eliminadas con toda seguridad por el Conocimiento[18] . Hay Srutis relacionadas con esto:

“Aquel que conoce este Brahman que está escondido en el lugar secreto (del corazón) –ese, ¡Oh mi buen Señor!– corta el nudo de la ignorancia estando incluso aquí (sobre la tierra).”

“Aquel que conoce a Brahman, en verdad se convierte él mismo en Brahman.

“El nudo del corazón se parte por la mitad, todas las dudas se resuelven, y sus acciones terminan cuando Él es visto.”

“Aquel que conoce a Brahman –que es Realidad-Conocimiento-Infinitud y que está situado en el lugar secreto del corazón y en el akasa más elevado– realiza todos los deseos junto con Brahman (el Omnisciente).”

“Solo conociéndole a Él pasa uno sobre la muerte.”

“Aquel que está pleno de Conocimiento, carece de mente y es por siempre puro, encuentra el estado del que no hay retorno.”

“Quienquiera que conozca de este modo: «yo soy Brahman», se convierte en este todo.”

En relación con esto, se podrían citar aquí otros muchos textos de la Sruti que tratan sobre la eliminación de los apegos y las ataduras.

Se debe entender que la liberación incorpórea de la que se ha hablado antes –es decir, la liberación después de la muerte o a partir del abandono del cuerpo (Videhamukti) – tiene lugar simultáneamente con el amanecer del Conocimiento, pues cuando por medio del Conocimiento se destruyen los vínculos superpuestos sobre Brahman a causa de la ignorancia, éstos ya nunca más se experimentan como tales, ni es posible su reaparición. Shankaracharya ha tratado sobre la simultaneidad del Conocimiento y de Videhamukti en el Samanvaya Sutra, y también en Brahma Sutras:

“Cuando se Realiza Eso (Brahman), se da el desapego respecto a los pecados posteriores y la destrucción de los anteriores; esto es lo que afirman las Escrituras”.

Objeción:

Pero son muchos los que afirman que Videhamukti solo tiene lugar una vez que ha caído (muerto) el cuerpo existente. De hecho, hay una Sruti que dice:

“Él permanece aquí mientras que no es Liberado (del cuerpo); entonces él se hace uno con el Todo.”

Y en Vakya Vritti[19] se dice también que:

“Cuando por la fuerza del karma previo (Prarabdhakarma) uno alcanza el estado de Jivanmukta, se continua por un tiempo disfrutando el resto de dicho karma –que fue causa del presente nacimiento–. Cuando ese Prarabdhakarma se ha consumido, entonces se alcanza aquel estado supremo, omnipresente, de felicidad sobreabundante que es la existencia absoluta del Sí Mismo, y del que no hay ningún retorno.”

El autor de los Vedanta Sutras también lo dice así:

“… después de agotar por medio de la experiencia los otros dos, alcanza la existencia absoluta del Sí Mismo”[20] .

Por “los otros dos” se entiende el Prarabdhakarma, en tanto que méritos y deméritos que están dando frutos.

Y Vashista también dice esto:

“Cuando el cuerpo se disuelve y abandona el estado de Jivanmukta, entra en el estado de Videhamukta, al igual que el viento cuando entra en calma.”

Respuesta:

No hay problema, las dos posturas en debate se deben a puntos de vista distintos; no son contradictorias. La palabra deha (cuerpo) contenida en la expresión Videhamukti, ha sido interpretada por muchos refiriéndose a todo tipo de cuerpos, ello ha hecho que se describiera Videhamukti de diferentes modos. Nosotros venimos utilizando la palabra únicamente en el sentido de un “futuro cuerpo”, es decir, una envoltura corporal tras la muerte del cuerpo actual; y entendemos que el Conocimiento se adquiere con el fin de evitar esta futura envoltura. El cuerpo actual ha sido hecho anteriormente y ni siquiera el Conocimiento puede deshacerlo; tampoco la disolución de este cuerpo es el resultado del Conocimiento, pues hasta el ignorante encuentra esta disolución cuando las causas de la formación del presente cuerpo se han completado (cuando se agota su Prarabdhakarma).

Objeción:

Entonces el efecto del Conocimiento es la destrucción del cuerpo sutil existente, ya que el Conocimiento es el único que lo puede disolver.

Respuesta:

Nosotros no aceptamos esto porque –a pesar del Conocimiento– ese cuerpo sutil continúa existiendo como testigo en el Jivanmukta.

Objeción:

Entonces pudiera ser que el Conocimiento se mantiene por un tiempo sin tener ningún poder –como neutralizado por la fuerza del Prarabdhakarma– pero una vez que esa fuerza neutralizadora ha desaparecido entonces alcanza a disolver el cuerpo sutil.

Respuesta:

Tampoco admitimos esto, porque el autor del Panchapadika, (Padmapadacharya)[21] , ha dicho claramente que “El Conocimiento solo elimina la ignorancia”. Y si se pregunta cuáles son entonces los medios para disolver el cuerpo sutil, nosotros decimos que no es sino mediante la destrucción de las causas que hicieron que apareciese. Un efecto se destruye de una de dos maneras: bien por la presencia de la cosa que no le es favorable o que se le opone, o bien por la cesación de las condiciones que le permiten ser. Por ejemplo, la lámpara se apaga por la ráfaga de viento –que se opone– o bien por la interrupción de la causa material –el aceite o la mecha–. Pues bien, nosotros no vemos nada que se oponga directamente al cuerpo sutil; y respecto a las condiciones que le permiten ser, las hay de dos tipos: activas (Prarabdha) e inactivas (Anarabdha). En el caso del ignorante ambos tipos conducen a la existencia del cuerpo sutil en este mundo y en el próximo. En el caso del iluminado las causas inactivas o potenciales son destruidas por el Conocimiento, y las causas activas viviéndolas; y su cuerpo sutil se destruye al igual que se apaga la lámpara al quitarle la mecha, el aceite, etc. [22] Así pues, queda claro que la disolución de este cuerpo sutil no es un efecto del Conocimiento.

Objeción:

Según esto, cabe preguntarse si el Conocimiento tiene como resultado evitar una corporeización futura, o es solamente una preparación de las condiciones para que dicha corporeización no se produzca.

Lo primero no es posible, pues una corporeización futura, al ser algo que es “aun inexistente” es algo que está ya evitado desde el principio del tiempo. Tampoco merece consideración la segunda alternativa pues podemos mantener la “inexistencia antecedente” de una corporeización futura simplemente destruyendo las condiciones inactivas o potenciales de dicha corporeización[23] . Por consiguiente, la supresión total de la posibilidad de una corporeización futura no puede ser el resultado del Conocimiento, pues el Conocimiento lo único que hace es destruir la ignorancia.

Respuesta:

Nosotros decimos que no es así porque las autoridades competentes han afirmado que la evitación de una corporeización futura es resultado del Conocimiento. El verso citado anteriormente y que termina diciendo “…del que no hay ningún retorno…” –además de otras Escrituras[24] – dan testimonio de ello. Además, no se debe suponer que este resultado del Conocimiento se oponga a la destrucción de la ignorancia que se acaba de mencionar, pues el autor del Panchapadika entiende la palabra “ignorancia” en el sentido de “todo aquello que existe alejado de Brahman”. Si no se entendiera así, el texto iría en contra de la experiencia, pues lo que ésta nos demuestra es que “todo lo que existe alejado de Brahman” se disuelve al disolverse la ignorancia por medio del Conocimiento. Por tanto, nosotros afirmamos que Videhamukti –en el sentido de exclusión de un futuro nacimiento– se alcanza simultáneamente con el Conocimiento. En este contexto están ahí las palabras de Yajñavalkya en la Sruti: “En verdad Janaka has alcanzado el estado en donde no hay temor.”, y “¡Oh Maitreyi! Eso en verdad es la vida eterna.”. Y también en otra Sruti: “El que conoce de este modo se hace inmortal incluso aquí (en este cuerpo).”

Si con el surgir del Conocimiento no tuviera lugar inmediatamente Videhamukti, y en vez de ello se tratase de algo que ocurriese después, entonces habría que imaginar la existencia de algo que estuviera más allá del Conocimiento y que permitiese la realización de Videhamukti con el transcurso del tiempo (lo mismo que es frecuente imaginar la existencia de algo más allá del mundo, situado entre los Cielos, y el sacrificio que se prescribe como medio para llegar a ellos). Si así fuese, entonces la totalidad de las disciplinas del Conocimiento (jñana Shastras) serían únicamente una parte más de la religión formal ritualista (karma Shastras).

Por otro lado, si para evitar esta dificultad sugieres que el Conocimiento queda como neutralizado por el tiempo en el que opera el Prarabdhakarma, y que solo produce Videhamukti más tarde cuando la causa neutralizante desaparece (al igual que el fuego neutralizado por un hechizo solo vuelve a arder cuando el hechizo termina), nosotros decimos que este argumento no tiene sentido, pues nosotros no aceptamos la oposición entre Conocimiento y karma previo sobre la que se basa tu argumento. El Videhamukti del que nosotros hablamos termina con toda posibilidad de nacimiento futuro, y no tiene nada que ver con ese karma previo (Prarabdhakarma) que regula únicamente la corporeización actual del hombre. Al no haber relación entre Prarabdhakarma y Videhamukti no hay lugar a que aquel neutralice ese efecto del Conocimiento que es Videhamukti. Además, de no ser así, el Conocimiento solo sería un estado momentáneo, y al no estar dicho Conocimiento presente en el momento al que se quiera posponer Videhamukti ¿cómo podría tener lugar esta Liberación? Si dices que el Conocimiento producirá “otro Conocimiento” en forma de “realización final”, nosotros lo negamos, pues no hay medios para producir este “otro Conocimiento”. Cuando finaliza ese Prarabdhakarma supuestamente obstaculizador, deja de existir la totalidad del mundo de las apariencias junto con su perceptor, las Escrituras, el cuerpo, los sentidos y similares; siendo así, ¿cuáles serían entonces los medios para ese Conocimiento final?

En este contexto tampoco cabe cuestionar cuál sería entonces el significado del texto de la Sruti que dice: “Hay, al final, una completa cesación de la ilusión del mundo…”[25]  , pues el significado de este verso es que cuando se agota el Prarabdhakarma, todos sus efectos (cuerpo, sentidos, y demás) dejan de existir, ya que no puede haber nunca un efecto sin causa. Así pues, si a pesar de todo te sigue gustando la idea de que Videhamukti es “liberación tras la muerte del cuerpo actual”, está bien que sigas manteniendo que es “después”, pero permite que nosotros aceptemos que Videhamukti es la Liberación respecto de un cuerpo futuro que se da simultáneamente al logro del Conocimiento.

Teniendo esta misma idea en mente el Señor Shesha dice:

“Aquel que ha sido Liberado en el momento en que surge el Conocimiento y que carece de sufrimiento, alcanza el estado absoluto de existencia del Sí Mismo, y ello tanto si abandona su cuerpo en un lugar sagrado como si lo hace en la casa de un chandala, o incluso padeciendo amnesia total.”

Así pues, no hay ninguna duda de que el Conocimiento es en verdad el medio principal –el medio directo– para alcanzar Videhamukti[26] . La “eliminación de las impresiones y deseos latentes” y la “disolución de la mente” son solo medios subordinados hacia ello pues están mediados por el Conocimiento. Tanto las Sruti como las Smriti dan testimonio de esto. Se dice que “la vida del Sí Mismo superior” (las impresiones mentales sobre “lo divino”) producen el Conocimiento destruyendo las impresiones de “la vida del sí mismo inferior” (las impresiones mentales egóicas).

Dice la Sruti:

“…habiéndose vuelto sereno, controlado, retirado en sí mismo, paciente, y concentrado, debe encontrar en él el Sí Mismo.”[27]

En las Smriti se encuentra dicho de este modo:

“Humildad, ausencia de ostentación, no violencia, contención, rectitud, servicio al maestro, pureza, firmeza y auto control, indiferencia hacia los objetos de los sentidos y ausencia de egoísmo; reflexión sobre los males del nacimiento, la muerte, la vejez, la enfermedad y el dolor.”

“No aferramiento al hijo, a la esposa, al hogar y demás, ni ningún apego doloroso hacia ellos; y una mente constantemente equilibrada en medio de los acontecimiento deseables e indeseables.”

“Devoción inquebrantable hacia Mí a través de la completa identificación conmigo, frecuentar los lugares retirados, desagrado respecto de la sociedad de los hombres, constancia en el Conocimiento del Sí Mismo, comprensión del fin del Conocimiento de la Verdad. Se dice que todo esto es el Conocimiento, y lo que se opone a ello es ignorancia.”

Por medio de la expresión “apego doloroso” se quiere indicar la identificación del propio ego con el ego de otro. El término “Conocimiento” en la última frase quiere decir –por medio de una especie de metáfora– “los medios hacia el Conocimiento”.

En las Sruti y Smriti se reconoce también la “disolución de la mente” como medio hacia el Conocimiento:

“Entonces, estando él solo en meditación, lo ve a Él, que es sin partes.”

Y también en la Katha Upanishad:

“El sabio deja atrás tanto la alegría como la tristeza realizando al Señor a través de la concentración en el Sí Mismo.”

Este último texto implica que se realiza al Refulgente a través de ese yoga que consiste en la meditación en el propio Sí Mismo esencial.

Las Smriti lo dicen así:

“Los yoguis que han controlado su respiración y sus sentidos están satisfechos, ya no duermen más, y por medio de la meditación tienen la visión de esa refulgencia que es Inteligencia Absoluta.”

Así pues, de este modo queda determinada la importancia relativa que tiene el Conocimiento de la Verdad y los demás medios necesarios para alcanzar Videhamukti y Jivanmukti. Para Jivanmukti los medios principales son la “supresión de la mente” (manonasa) y la “eliminación de los deseos latentes” (vasanaksaya), mientras que para Videhamukti el medio principal es el Conocimiento.



Jivamukti Viveka


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[1] Purificación de uno mismo con agua.
[2] Recordemos que Antahkarana es el llamado “órgano interno”. Comprende a Manas (mente, o facultad de procesamiento de la información sensorial, de dudar, de comparar), Buddhi (intelecto, o facultad de discriminar y enjuiciar), Chitta (o la substancia mental, la memoria), y Ahamkara (o sentimiento de ego).
[3] Satisfacción derivada de la conformidad con cualquier cosa que acontezca.
[4] Estas “impresiones mentales puras” se generan con el correcto proceso de “discriminación” (Viveka) y asimilación de las enseñanzas, esto es, discriminando entre “lo que es” y “lo que no es” Atman/Brahman.
[5] Este círculo vicioso es el que viene a deshacer la “discriminación” o el Conocimiento de la Realidad o de la Verdad que sólo se puede obtener por los medios adecuados, y que según el Vedanta Advaita no son sino las Escrituras Reveladas o Shastras. Esto es lo que el autor nos muestra a continuación al hablar de la relación de causalidad existente entre dicho Conocimiento y la “disolución de la mente”.
[6] Ver: ANÓNIMO. Kata Upanishad 1.3.12 En: “Upanishad: con los comentarios Advaita de Shankara”. Trad. Consuelo Martín. Madrid: Trotta, 2001.
[7] Ver: SURESHVARACHARYA. “Naishkarmyasiddhi-La Realización del Sí Mismo Absoluto”, 2.18. Trad. intr. notas, Roberto Mallón Fedriani. Madrid: Sanz y Torres, 2013).
[8] “…con la destrucción de la función mental (el efecto), la semilla de las impresiones mentales (el ego) también se destruye. Cuando no se les da ocasión a las funciones mentales (pensamientos), se hacen más débiles y mueren de muerte natural. Pero no darle oportunidad u ocasión a los pensamientos no significa que no surjan. Lo que significa es que no reaccionemos a ellos, y entonces no habrá impresión mental por su causa…” (SHANKARACHARYA. En: “Viveka Suda Mani, La gema suprema de la discriminación absoluta. Con los comentarios de Sri Dravidacharya”. Traducción Roberto Mallón Fedriani. Madrid: Sanz y Torres, 2015.)
[9] Como ya se ha dicho anteriormente, estos “otros medios” hacia el Conocimiento son –además de la “escucha” (sravana) de las Escrituras– la “reflexión” (manana) sobre ellas, y la “meditación” (nidhidhyasana) o asimilación/interiorización de las mismas. Ver: VIDYARANYA, SWAMI. “Panchadasi”, Capítulo 1. Trad. intr. notas, Roberto Mallón Fedriani. Madrid: Sanz y Torres, 2010).
[10] Raja Yoga.
[11] Eso=Brahman. Del aforismo “Tú eres Eso” (Tat tvam asi)
[12] Este es el planteamiento de la llamada “doctrina de la no-Creación” o ajati vada expuesta por Gaudapada: “Ningún Jiva ha nacido jamás porque ninguna causa existe que pueda producir el Jiva; he aquí la Suprema Verdad: nada ni nadie ha nacido jamás”. Este importante verso lo comenta Shankaracharya en sus Bashyas a la Karikas de Gaudapada sobre la Mandukya Upanishad y dice lo siguiente: “Todas las ideas relativas a la disciplina de la mente, según las cuales ésta se desenvuelve en un proceso comparable a la creación de las formas a partir del hierro, de la arcilla, etc. ..., así como las ideas relativas a los ejercicios de piedad, se indican meramente como medios para realizar la naturaleza de la Verdad Última, pero en sí mismas carecen de significación. La verdad respecto a la Realidad Absoluta es que jamás ha nacido ningún Jiva, puesto que el Jiva que conocemos como agente o beneficiario de la acción, no nace jamás, cualquiera que sea la manera de entender esta expresión. En consecuencia, ninguna causa existe que sea capaz de producir el Atman, el cual es, por naturaleza, sin nacimiento y sin segundo. En otras palabras: ningún Jiva ha nacido jamás, porque ninguna causa hay que pueda producirlo. De todas las verdades relativas aquí descritas como medios, ésta es la única Verdad Suprema: jamás, cualquier cosa que sea, ha nacido en, o de este Brahman, el cual es de la naturaleza de la Realidad absoluta.”(GAUDAPADA. En: “Karika y comentarios a la Mandukyopanishada”. Trad. intr. notas, Roberto Pla Sales. Málaga: Sirio, 1987.) Por otra parte, sobre la aparente contradicción entre la descripción del proceso de la Creación descrito en muchos textos vedánticos, y afirmaciones como la del ajata vada, Ver: DHARMARAJA ADVHARINDRA. La materia del Vedanta Advaita. En: “La esencia de la propia identidad”. Trad. intr. notas, Roberto Mallón Fedriani. Madrid: Sanz y Torres, 2015.
[13] Ver: VIDYARANYA, SWAMI. “Panchadasi”, Capítulo VII. Trad. intro. y notas, Roberto Mallón Fedriani. Madrid: Sanz y Torres, 2010.
[14] Ver: ANÓNIMO. Svetasvatara Upanishad, 1.1.1. En: “Upanishad: con los comentarios Advaita de Shankara”. Trad. Consuelo Martín. Madrid: Trotta, 2001.
[15] Ver: ANÓNIMO. “La Gran Upanishad del Bosque (Brihadaranyaka Upanishad)”, 4.5.15. Trad. Consuelo Martín. Madrid: Trotta, 2002.
[16] Ver: GAUDAPADA. “Karika y comentarios a la Mandukyopanishada”, 3.32. Trad. intr. notas, Roberto Pla Sales. Málaga: Sirio, 1987.
[17] En el comentario de Sri Ramakrishnan Dravidacharya a Viveka Suda Mani de Shankaracharya dice: “… Hrdayagranti – el nudo del corazón. Los nudos de las impresiones mentales. Esto también se llama «chid jada granthi» (el nudo del Sí Mismo y el no-Sí Mismo)”. Más adelante añade: ‘…AvidyaHrdayagranthi– el «nudo de ignorancia» del corazón. A esto se le llama «chid jada granthi» (el nudo entre la Consciencia y lo inerte). Ésta es la causa de la ignorancia, tal y como se explica en la bashya: «satya-anrte-mithuni-krtya» (por la mezcla de lo Real con lo no real).” (SHANKARACHARYA. Sloka 351. En: “Viveka Suda Mani, La gema suprema de la discriminación absoluta. Con los comentarios de Sri Dravidacharya”. Madrid: Sanz y Torres, 2015.
[18] Respecto a la “liberación por medio del Conocimiento”,  Ver: GUÉNON, René. “El Hombre y su devenir según el Vedanta”, Capítulo XXII. Madrid: Sanz y Torres, 2006.
[19] Vakya Vritti es un texto breve atribuido a Shankaracharya. Hay traducción al castellano: SHANKARACHARYA. Vakya Vritti. En: “Dieciocho Tratados Vedanta Advaita”, Trad. intr. notas, Roberto Mallón Fedriani. Madrid: Sanz y Torres, 2011.
[20] Ver: BARAYANA. “Brahma Sutras con los comentarios Advaita de Shankara”, 4.1.19. Trad. Consuelo Martín. Madrid: Trotta, 2000.
[21] Padmapada fue uno de los discípulos directos de Shankaracharya. Su obra más famosa es “Panchapadika”, una glosa al comentario a los Brahma Sutras de Shankaracharya. Se le considera fundador de la corriente vedántica llamada Vivarana.
[22] Las “causa activas” se corresponden con el Prarabdhakarma, es decir la parte del depósito kármico del Jiva que le ha traído a esta existencia y cuyos frutos se han de experimentar en esta vida. Las llamadas “causas inactivas” se corresponderían con el resto del depósito kármico (sanchita, etc.) que arrastra el Jiva de existencias anteriores pero que aún no han empezado a dar sus frutos en esta vida. El llamado “ignorante” genera el “cuerpo futuro” en base a ambas causas (activas e inactivas) porque por una parte su Prarabdhakarmaha ha de dar sus frutos en esta existencia (causas activas), pero ello generará un nuevo karma, ya que el ignorante sigue sintiéndose agente de la acción y actúa con interés por los resultados. Respecto a las “causas inactivas”, continuarán también influyendo en la determinación del “cuerpo futuro” del ignorante debido a la persistencia en él de la ignorancia o Avidya. En el caso del que ha alcanzado el Conocimiento, es solamente el Prarabdhakarma (las causas activas) el que ha de consumirse hasta el final de la existencia presente, y además, al hacerlo no se generará nuevo karma al haber desaparecido el sentido de “agente de la acción”, etc. Por otro lado su depósito kármico no se ha puesto en marcha aún (causas inactivas) y tampoco tendrá el poder de generar dicho “cuerpo futuro” pues el Conocimiento alcanzado previene su manifestación futura.
[23] Según este planteamiento aparentemente “truculento”, característico de la escuela Nyaya-Vaisheshika, la “corporeización futura” de la que se habla es algo que según sus concepciones entraría bajo la categoría de lo que ellos denominan “inexistencia antecedente” (prag-abhava), dado que esa “corporeización” actualmente no existe, y nunca jamás ha existido desde el comienzo del despliegue del tiempo; de aquí que se afirme que el Conocimiento no tendría nada que destruir. Por otro lado, según ellos, la segunda alternativa, la de que haría falta haber alcanzado el Conocimiento como medio de preparación tampoco es factible, pues esto no sería algo necesario para destruir esas condiciones que actualmente están inactivas en el depósito kármico. Conviene recordar que los darsanas Nyaya y Vaisheshika aceptan la “no existencia” como una categoría de la realidad. Para los Nyayayikas esa hipotética categoría de la “no existencia” se divide en cuatro clases: 1) ‘No existencia antecedente’ (prag-abhava). Es la inexistencia de una cosa antes de ser hecha. No tiene comienzo, pues nunca antes existió, pero tiene fin: cuando dicha cosa comienza a existir. 2) ‘No existencia tras la destrucción’ (pradhvamsa-abhava). Esta forma de “no existencia” tiene comienzo tan pronto la cosa es destruida, pero no tiene fin. 3) La ‘no existencia absoluta’ (atyanta-abhava). La misma cosa no puede existir en otro lugar distinto al que existe actualmente. 4) La ‘no existencia mutua’ (anyonya-abhava). Una cosa no puede existir como otra cosa distinta (Una casa no es un árbol). Según los Nyayayikas todos los objetos de la manifestación o “mundo” (Jagat) poseen estas cuatro categorías de “no existencia”, excepto akasha (el éter o “espacio”), ya que éste, siendo omniabarcante no puede ser tener la característica de ser “atyanta-abhava” (no existencia absoluta). Todos los demás tienen principio y fin, están limitados en el espacio, y cada uno es distinto de los demás. Para la escuela Nyaya es únicamente Brahman el que está libre de estas cuatro categorías de “no existencia” pues carece de principio y de fin, no se crea ni se destruye, y no está limitado en el espacio, de modo que todos los demás objetos están superpuestos en Él. El darsana Vedanta Advaita no acepta esta categorización, pues para esta escuela la “no existencia” sería idéntica al substrato sobre el que se postulan dichas categorías, esto es, Brahman.
[24] Ver: ANÓNIMO. Katha Upanishad. En: “Upanishad: con los comentarios Advaita de Shankara”, 1.3.8. Trad. Consuelo Martín. Madrid: Trotta, 2001).
[25] Ver: ANÓNIMO. Svetasvatara Upanishad, 1.10. En: “Upanishad: con los comentarios Advaita de Shankara”. Trad. Consuelo Martín. Madrid: Trotta, 2001.
[26] Ver: GUÉNON, René. “El Hombre y su devenir según el Vedanta”, Capítulo XXIII. Madrid: Sanz y Torres, 2006.
[27] Ver: ANÓNIMO. “La Gran Upanishad del Bosque: Brihadaranyaka Upanishad”, 4.4.23. Trad. Consuelo Martín. Madrid: Trotta, 2002.