VEDANTA PARIBHASA
(La materia del Vedanta - Parte II)
Dharmaraja Adhvarindra
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Extracto del libro titulado:
"La esencia de la propia
identidad seguido de Conclusiones del Vedanta Paribhasa"
de los maestros tradicionales
Swarupananda y Dharmaraja
Adhvarindra
Traducción, introducción y notas de Roberto Mallón Fedriani
Editorial Sanz y Torres, 2014
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LA MATERIA DEL VEDANTA - Parte II
A continuación se va explicar el significado de la palabra
“Tú”.
Conforme a la doctrina del único Jiva[1], es un reflejo de
Brahman en Avidya, mientras que conforme a la doctrina de los múltiples Jivas
se trata de un reflejo de Brahman en las distintas mentes.
Este “Tú” está sujeto a los tres estados de vigilia, sueño con
ensueños, y sueño profundo.
De entre estos, el estado de vigilia es aquel en el que el
conocimiento se obtiene por medio de los órganos. Como los órganos no funcionan
en los otros dos estados, la definición de “Tú” no los incluye necesariamente.
Este conocimiento que se obtiene a través de los órganos es un estado de la
mente y no Pura Consciencia, que es eterna; pues el Conocimiento, que es la
esencia del Sí Mismo, carece de comienzo y nunca es causado. Según una de las
escuelas, se sostiene que este estado mental de vigilia sirve para eliminar el
velo que cubre a Brahman. Conforme a la perspectiva según la cual el Jiva es la
Consciencia con Avidya como condición limitativa, el Jiva debería tener una
cognición constante de los objetos ya que la Consciencia que existe como
substrato en el objeto no sería distinta de la del propio Jiva. Sin embargo,
esto lo contradicen los hechos. Para descartar este problema, se hace necesario
admitir una Avidya o Ignorancia dependiente de la Avidya primordial[2] que cubriría
la Consciencia limitada por el objeto. En este caso no habría cognición
constante de la vasija, pues solo una relación con la Consciencia que no está
cubierta puede conducir a la cognición. Ahora bien, si esa cobertura estuviera
siempre presente, entonces nunca habría una cognición del objeto, así pues se
ha de admitir su ruptura. Pero la causa de la ruptura no puede ser ni la
Consciencia Pura -pues lo que hace surgir la cobertura no puede ser lo que la
elimina- ni tampoco la Consciencia que
tiene un estado mental como condición limitativa, pues de ser así, con el
conocimiento mediado[3] esa cobertura sería eliminada. De ahí que lo que rompa
la cobertura deba ser un estado particular no clasificado como conocimiento
mediado, o la Consciencia teniendo como condición limitativa un estado así[4].
Este es el sentido de la afirmación “el estado mental sirve para quitar la
cobertura”.
Otra escuela sostiene que el estado mental sirve para
establecer una conexión entre la Consciencia y los objetos. Según este punto de
vista, el Jiva –aun cuando tiene a la Ignorancia o Avidya como condición
limitativa- realmente es ilimitado. Aunque el Jiva ilimitado esté presente en el lugar ocupado
por una vasija y otros objetos, no los revela cuando no se da el estado de percepción
mental en forma de vasija y demás, pues entonces no está conectado con los
objetos. Pero en cambio sí que lo hace cuando hay un estado mental con la forma
de esas cosas, ya que entonces sí que hay conexión.
Objeción: Este Jiva que tiene a la Ignorancia como condición
limitativa y es ilimitado, está conectado con todo de forma natural. Así pues
es absurdo afirmar respecto de él que carece de conexión cuando hay ausencia de
un estado mental. Y si como se afirma en las Escrituras, cuando carece de apego
carece de conexión, entonces en este caso tampoco habría ninguna incluso
después de haber surgido el estado mental.
Respuesta: La respuesta es la siguiente. Nosotros no negamos
que en ausencia de un estado mental haya una conexión de carácter general entre
el Jiva y los objetos como una vasija, etc.
Objeción: ¿Qué entonces?
Respuesta: Nosotros negamos esa conexión particular que
conduce a la cognición del objeto como la vasija. Esa conexión particular es
una relación contingente entre lo revelado y el revelador, entre los objetos y
la Consciencia que constituye el Jiva; una relación que es causada por los
estados mentales en forma de objetos. Por ejemplo, la luminosa mente, al ser
una substancia transparente, puede por sí misma captar el reflejo de la
Consciencia que es el Jiva, pero en cambio en una vasija etc. no puede hacerlo
porque son substancias opacas. Sin embargo, cuando esos objetos como la vasija
se conectan con un estado mental con la misma forma que ellos, la inacción de
aquellos es invadida por el estado mental, y de ese modo -ya en posesión de una
capacidad transmitida por el estado mental de manifestar la Consciencia- los
objetos manifiestan esa Consciencia tras la aparición del estado mental. Es así como en el Vivarana se ha dicho: “La mente
transmite al objeto que se conecta con ella la capacidad de manifestar la
Consciencia”. También se observa que incluso una substancia opaca recibe
reflejos cuando está en contacto con una substancia transparente; como ocurre
por ejemplo cuando vemos que en una pared se refleja un rostro cuando está
impregnada de agua o substancias similares. La propiedad de manifestación que
poseen los objetos, como por ejemplo la vasija, es su propiedad de captar un
reflejo de la Consciencia, mientras que la propiedad de manifestación que posee
la Consciencia, es la de reflejarse en ellos.
Precisamente para determinar esa propiedad de manifestación
es por lo que se acepta que en el caso de la percepción la mente salga hacia
fuera[5] . Pero en el caso del conocimiento mediado, como el objeto no tiene
conexión con el estado mental no puede manifestar la Consciencia, y de ahí que
no sea conocido de forma inmediata o directa. Así pues, conforme a esta
perspectiva, la perceptibilidad de los objetos es su capacidad para manifestar
la Consciencia. De este modo queda demostrado de qué manera sirve el estado
mental para establecer una conexión,
incluso si el Jiva fuese ilimitado.
A continuación se muestra cómo el estado mental sirve para
establecer una conexión, aun cuando el Jiva sea limitado.
Si el Jiva tiene a la mente como condición limitativa, no
puede entonces ser la causa material los objetos, pues al estar limitado carece
de conexión con el lugar ocupado por ellos. Es Brahman el que es la causa
material de los objetos, pues al tener a la ilusión cósmica (Maya) como
condición limitativa, Él está conectado con todos los objetos. Es por esta
razón por lo que Brahman es Omnisciente. Así pues, al ser imposible para el
Jiva revelar a través de la percepción un objeto excepto a través de su unidad
con la Consciencia que es Brahman -su substrato- se hace necesario admitir los
estados mentales en forma de objetos a fin de determinar esa unidad con la
Consciencia (Brahman, el substrato) que hace posible la revelación del objeto.
Objeción: ¿Cómo se puede llevar a cabo la unidad entre la
Consciencia asociada con el sujeto y la asociada con el objeto por medio de un
estado mental? Si sus respectivas
condiciones limitativas son diferentes –la mente en un caso y el objeto en el
otro- entonces las dos Consciencias circunscritas por ellas no pueden ser una.
Respuesta: No es así, pues ya se ha dicho que gracias a la
capacidad que tiene el estado mental de alcanzar lugares fuera del cuerpo, la
mente y el objeto ocupan el mismo lugar; de ahí que las cosas que los tienen
como condición limitativa no sean distintas entre sí.
Con esto queda demostrada la aplicación del estado mental a
un caso de percepción conforme a puntos de vista alternativos[6] .
El estado de sueño con ensueños es aquel en el que se
conocen objetos ilusorios de forma inmediata por medio de un estado mental que
no está causado por los órganos. Se dice “no causado por los órganos” a fin de
excluirlo con ello el estado de vigilia. La palabra “mental” se utiliza a fin
de evitar incluirlo en la definición del sueño profundo, en el cual se da un
estado de ignorancia.
El estado de sueño profundo es aquel en el que un estado de
ignorancia tiene por objeto a la ignorancia. En el estado de vigilia y en el de
sueño con ensueños el estado análogo a la ignorancia es un estado mental, y por
consiguiente la definición de sueño profundo no los incluye.
En relación a esta clasificación de los diferentes estados,
algunos dicen que la muerte y el desvanecimiento son dos estados más. Otros
sostienen que éstos están incluidos en el sueño profundo. No obstante, como la
inclusión o exclusión de éstos dentro de los tres estados descritos no influye
en la determinación de la palabra “Tú”, no vamos a tratar este asunto.
Así pues, según la perspectiva, se afirma respecto del
Jiva que es uno en relación a su propia
condición limitativa –la ignorancia- y múltiple respecto a sus múltiples
condiciones limitativas, entendidas éstas como mentes distintas. Pero esta
última atomización[7] del Jiva se niega en textos como: “Por medio del atributo
sutil del intelecto se ve que tiene el tamaño de la punta de una aguja; y por
medio de su atributo de omnipresencia, es más vasto que cualquier otra cosa”[8]
. La Sruti dice del Jiva que es “infinitesimal” porque esa modificación de la
mente que denota la palabra “intelecto” es su condición limitativa[9] .
Ese Jiva es auto-refulgente, pues respecto a su estado de
sueño la Sruti dice: “En este estado el hombre mismo se convierte en luz”[10] .
Y es el Conocimiento mismo, pues la Sruti dice: “Es solo Inteligencia Pura”[11]
. En cuanto a la utilización de la expresión “Yo conozco”, se puede explicar
atendiendo a la Consciencia reflejada en el estado mental.
De este modo se ha determinado el significado de la palabra
“Tú”.
A continuación se expone la identidad de los significados de
las palabras “Eso” y “Tú”, lo cual constituye el significado del gran aforismo
“Tú eres Eso”.
Objeción: La diferencia entre Jiva y Brahman se conoce a
partir de percepciones tales como “Yo no soy Ishvara”, y ello en base al
razonamiento basado en el hecho de que si no fuera así, el Sí mismo poseería
atributos contradictorios como conocimiento limitado por un lado y omnisciencia
por otro. Esto se sabe a través de textos de la Sruti tales como: “Dos pájaros
de bellas alas…” etc.[12] , y a través de textos de la Smriti como: “En el
mundo hay estas dos entidades, lo mutable y lo inmutable; lo mutable comprende
a todos los seres, y lo que no cambia es denominado lo Inmutable”[13] . Así
pues, aforismos como “Tú eres Eso” solo tienen un sentido alegórico[14] .
Ocurre lo mismo que con frases como “El poste sacrificial es el sol”[15] o “El haz de hierba kusha es el que realiza
el sacrificio”[16] .
Respuesta: No es así, pues la percepción de diferencia entre
los dos términos que es probable que se produzca teniendo en cuenta los
defectos de los instrumentos[17] , la niega el conocimiento que surge de los
Vedas, en los que no hay posibilidad de defectos. Si no fuera así, ocurriría
como si la astronomía que observa el gran tamaño de la Luna fuese negada por la
percepción, la cual no ve a aquella de un tamaño mayor de un palmo. Además, lo
mismo que la percepción de una jarra que ha sido cocida en rojo es de color rojo
y no negra, la percepción que conoce una diferencia entre Jiva e Ishvara se da
únicamente respecto a las cualidades o atributos, y no a la substancia
subyacente, es decir, a la Pura Consciencia que es idéntica[18] . Esto es así
en base al principio según el cual: “en el caso de una entidad cualificada, si
la prescripción o prohibición no puede referirse al sustantivo, entonces se
refiere a los atributos”. De ahí que tampoco sirva la inferencia como prueba
sobre este asunto, pues lo contradice la evidencia de las Escrituras, lo mismo
que ocurre en la inferencia acerca del Monte Meru hecho de piedra[19] .
Tampoco hay aquí
ningún conflicto con otros textos escriturarios, pues entre una frase
que transmite la identidad entre el Jiva y Brahman y una que no lo hace, la primera es más
fuerte. Por tanto, aforismos como “Tú eres Eso”, que desde su introducción,
conclusión, etc.[20] se sabe que transmiten la no-dualidad, son textos más
fuertes que textos como el de “Dos pájaros de bellas alas…” que lo que hacen es
simplemente repetir la diferencia que ya ha sido admitida respecto al mundo.
No cabe argumentar que si el Jiva o Sí Mismo inmanente es
idéntico a Brahman entonces no se puede explicar el hecho de que posea
atributos contrarios, pues al igual que el agua, que es fría de forma natural,
puede poseer temporalmente el calor procedente de una condición limitativa -en
este caso el fuego- , así el Jiva, que de forma natural carece de atributos,
parece poseer el carácter de sujeto-agente, etc., debido a sus condiciones
limitativas -como la mente. Si se dice que el calor está sobreimpuesto al agua,
entonces estamos en el mismo caso que la cuestión que se está tratando. Y no
cabe cuestionar cómo es posible que pueda haber una sobreimposición sin haber
ninguna impresión latente generada por
el conocimiento válido de la cosa sobreimpuesta, pues conforme al Vedanta no
hay ningún sujeto-agente real en ninguna parte[21] . Tampoco cabe argumentar cómo se explica entonces la primera
sobreimposición, pues la corriente de sobreimposiciones relativas al agente,
etc., carece de comienzo[22] .
Si bien aquí las entidades - Jiva e Ishvara- que son los
significados primarios de las palabras “Tú” y “Eso” no pueden identificarse
entre sí, sin embargo la identidad de su significado implícito -la esencia
subyacente que es la Pura Consciencia-
queda probada de forma concluyente. De ahí que frases como “Tú eres
Eso”, que infunden esa identidad, transmitan un concepto simple de
identidad[23], al igual que lo hacen frases como “Este es él”. Y no solo son
válidas las afirmaciones que requieren una acción, pues hay frases como
“¡Chaitra, te ha nacido un hijo!”, en donde los significados de las palabras
son captados sin necesidad de ello[24] .
La identidad de Jiva y Brahman que enseñan las Sruti, las
Smriti, las historias, y los Puranas, está en consonancia con los hallazgos de
todos los medios de conocimiento, y es lo que constituye la materia de la
filosofía Vedanta.
* * *
[1] Es la teoría eka-jiva-vada. La ignorancia del Jiva único
es la causa material y eficiente del universo. Todo lo que percibe Jiva es
ilusorio, solo tiene una realidad aparente, y si parecen haber muchos Jivas es
porque hay muchos cuerpos.
[2] Esta “ignorancia dependiente” de la Ignorancia o
Avidya primordial no sería sino una
modificación de esta última. Esta modificación sería lo que expresaría la
palabra “estado”.
[3] Es decir, conocimiento
no perceptual directo, sino conocimiento inferencial o recuerdo.
[4] Es el caso de la percepción (que es “conocimiento
no-mediado”) en donde el estado mental está en contacto directo con un objeto.
Es entonces cuando hay una eliminación de la cobertura, no así en el caso de la
inferencia, del recuerdo, y del resto de medios de conocimiento válido que no siendo directos constituyen lo que
aquí se denomina “conocimiento mediado”.
[5] Para “envolver” el objeto percibido.
[6] Respecto al Jiva siendo ilimitado o limitado.
[7] Es decir las aparentes formas múltiples debidas a las
distintas condiciones limitativas individuales.
[8] Svetasvatara Upanishad, 7.
[9] Así pues, la palabra infinitesimal quiere decir aquí
“sutil”; como de hecho es la mente.
[10]
Brihadaranyaka Upanishad, IV.3. 9
[11]
Brihadaranyaka Upanishad IV.5.13
[12] El objetor está utilizando como soporte escriturario a
su argumentación el texto que dice: “Dos pájaros de bellas alas (Jiva y Brahman), que son amigos y compañeros
constantes, se posan en el mismo árbol (el cuerpo). Uno de ellos (el Jiva) come
dulces frutos, y el otro (Brahman) simplemente lo ve sin comer”. Mundaka
Upanishad III.1.1; Svetasvatara Upanishad
IV. 6. A propósito de este pasaje, René Guénon dijo: “El primero de estos dos pájaros es Jivatman,
que está comprometido en el dominio de la acción y de sus consecuencias; el
segundo, es el Atman incondicionado, que es puro Conocimiento; y, si están
inseparablemente unidos, es porque aquél no se distingue de éste más que en
modo ilusorio”. René Guénon “El Hombre y su devenir según el Vedanta”. Capítulo
III.
[13] Chandokhya Upanishad VI.8.7
[14] El oponente plantea que no hay identidad entre los dos
términos.
[15] Taittiriya Brahmana II. 1. 5. 2
[16] Ibíd. III.10.2.3
[17] Estos “instrumentos” son la mente individual, o el
órgano interno (Antahkarana) del Jiva.
[18] En el caso de la vasija la substancia subyacente es el
barro, sea cual sea el color o atributo percibido. Lo mismo ocurre en el caso
de los términos “Tú” y “Eso”: la substancia subyacente a ambos es Brahman,
independientemente de los atributos que sean percibidos.
[19] Conforme a las Escrituras el Monte Meru está hecho de
oro. Al verlo directamente no cabe inferir que esté hecho de piedra basándose
simplemente en el hecho de que se trate de una montaña. Y es que en los asuntos
pertenecientes al mundo invisible, la primacía la tienen las Escrituras.
[20] Se está refiriendo a las “pruebas” para determinar el
sentido de un pasaje de las Escrituras, que son: introducción (al tema),
conclusión, repetición (del asunto a determinados intervalos), originalidad (de
la enseñanza), resultado (que se consigue de ello), elogio, y demostración (por
medio del razonamiento, etc.).
[21] Ni en el Sí Mismo ni en la mente.
[22] Lo mismo que le ocurre al universo del cual son parte;
las sobreimposiciones no hacen sino repetirse a sí mismas de ciclo en ciclo, si
bien manifestándose en condiciones siempre diferentes.
[23] De este “concepto simple” de identidad se hace mención
en el capítulo de Vedanta Paribhasa dedicado a la Percepción, y se refiere a que aforismos como éste
producen un conocimiento válido sin hacer referencia a la relación mutua de sus
significados.
[24] Esto va dirigido a los seguidores del Purva Mimansa, quienes
proclaman la ejecución de los actos rituales (acciones) prescritos en la
sección de los Vedas denominada (Karmakanda) como único medio de realización espiritual negando la vía
vedántica de realización por el conocimiento debidamente obtenido por medio de
aforismos trascendentales como el que se está tratando aquí (Tú eres Eso) y que
no implican acción alguna sino una comprensión profunda.