TU ERES ESO
Chandogya Upanishad
Capítulo VI
Con los Comentarios de Swami Gurubhaktananday las Glosas de Roberto Mallon Fedriani
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(Via Directa Ediciones, 2022)
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ÍNDICE
Nota preliminar
Introducción a los principales textos hindúes
CHANDOGYA UPANISHAD
Sección l. La Sed de Conocimiento
Sección 2. El Nacimiento de los Tres Elementos
Sección 3. El Origen de la Vida
Sección 4. Efectos en el Mundo Material
Sección 5. Efectos en el Cuerpo Humano
Sección 6. Los Efectos más Sutiles
Sección 7. Un Experimento sobre la Vida
Sección 8. Retrocediendo del Efecto a la Causa
Sección 9. La Miel de Distintos Árboles
Sección 10. Los Ríos y el Océano
Sección 11. La Savia de la Vida
Sección 12. La Semilla y la Higuera
Sección 13. La Sal Disuelta
Sección 14. El Prisionero con los Ojos Vendados
Sección 15. El Enfermo en el Lecho de Muerte
Sección 16. El Hacha Candente
Anexo: La relación del jñani con la Divinidad
NOTA PRELIMINAR
El presente texto contiene una traducción, verso a verso
(sloka), del capítulo sexto de la Chandogya Upanishad. Seguidamente, y para
cada una de las dieciséis Secciones de las que está compuesto, se exponen los
comentarios de Swami Gurubhaktanada basados -entre otros- en las enseñanzas de
Swamini Vimalnandaji. Ambos pertenecen al grupo de estudios vedánticos tradicionales
organizado por la “Chinmayananda Míssíon”, localizada en India y fundada por Swami
Chinmayananda, quien fue discípulo directo del gran maestro espiritual
vedántico del siglo XX, Swami Sivananda.
El texto de Swami Gurubhaktananda lo hemos traducido del original
en inglés añadiéndole algunas notas aclaratorias allá donde vimos necesario. A
continuación, hemos incluido para cada una de las Secciones, una serie de
"Glosas" y/o reflexiones desarrolladas por nosotros mismos, en gran
parte fruto de la escucha de las enseñanzas de otros dos grandes maestros
vedánticos tradicionales vivientes como son Swami Tattvavidananda y Swami
Paramarthananda, ambos discípulos directos de Swami Dayananda Sarasvati (Arsha
Vídya).
La Chandogya Upanishad constituye el Chandogya Brahmana
dentro de la rama Talavakara del Sama Veda. El Chandogya Brahmana contiene diez
capítulos, y ocho de éstos constituyen propiamente la denominada Chandogya Upanishad
(literalmente, "la Upanishad del que canta el Sama Veda"). Es la más
voluminosa de entre las diez Upanishad principales, con un total de 627
mantras. De entre sus ocho capítulos, los seis primeros están dedicados en
especial al "upasana", es decir, a la adoración, meditación, o culto
mental de la Divinidad; o, dicho en otros términos, al culto religioso que
tiene como objeto a la "divinidad con atributos" (Saguna Brahman) y
que se traduce en la concentración del "flujo mental" en un soporte
meditativo (exterior o mental) representativo de la divinidad (Brahman) o de un
aspecto determinado de ésta. En la tradición vedántica, upasana se ve como una
vía adaptada a la mayoría de las personas, pero que, si bien puede conducir al
adorador (upasaka) -a su 'alma' transmigratoria- a los "Cielos
Superiores" (Satya Loka), no obstante, no le lleva al puro
"Conocimiento" (jñana) y a la consecuente "Liberación".
Para el vedantín, upasana, o la vía devocional (bhaktiyoga), junto con la vía
del ofrecimiento de las acciones a la Divinidad (karma yoga), son caminos y
prácticas espirituales perfectamente ortodoxas y deseables, aunque tienen
estatus de vías preparatorias para la posterior "llegada" al puro
Conocimiento de Sí (atma-jñana). En todo esto, como es lógico, entran en juego
las capacidades y disposiciones individuales, pero sobre todo la "Gracia
de Dios". Entre aquellos que siguen la vía Vedanta Advaita -la vía de la
realización de la identidad Atman-Brahman por medio del Conocimiento (jñana) -,
es frecuente que surja la cuestión de cómo compatibilizar esa visión Advaita
(No-Dual) con la visión devocional (bhakta) en donde necesariamente se produce
una dualidad entre el adorador y la forma de la Divinidad adorada, entre
"el Amante y el Amado". En este sentido recomendamos al lector el
Anexo incluido al final de este libro titulado "La relación del jñani con
la divinidad" de Swami Paramarthananda Sarasvati, en donde se muestra cómo
compagina el jñani ambas cosas.
Los tres últimos capítulos de esta Upanishad (sexto, séptimo
y octavo) sí se centran en el "conocimiento" (jñana), y constituyen
una clave fundamental en el camino del Conocimiento jñana-marga) que propone el
Vedanta Advaita. Esto ocurre, muy en especial, en este capítulo sexto que aquí presentamos,
pues es aquí donde está contenido uno de los aforismos (mahavakya) más
importantes: "Tat tvam asi" (Tú eres eso) -la identidad última entre
Atman y Brahman- cuya correcta comprensión puede por sí mismo, y según la tradición
vedántica, conducir directamente a la Liberación (moksha). Cuando decimos
"correcta comprensión" no nos estamos refiriendo simplemente a una
comprensión intelectual, ya que el camino implica que el aspirante -el
"elegible"- a este Conocimiento (adhikari) ha de reunir una serie de
requisitos (sadhana chatustaya), y seguir un lento camino de asimilación de las
enseñanzas de maestros debidamente cualificados, antes de llegar a la certeza
en su propio corazón de la gran Verdad que aquí se expone. Hemos de recordar
que nadie es "elegible" cien por cien. Nos acercamos al Conocimiento (jñana),
y esta "elegibilidad" se va desarrollando poco a poco. Las enseñanzas
nos van transformando paso a paso. Puede decirse que las dos cualificaciones
fundamentales son el desapego (vairagya) y el anhelo de Liberación
(mumukshutva). La continua persecución de los objetos de deseo se debe superar.
En este sentido, no hay que confundir "deseo" con lo que son las
necesidades naturales, cuya obtención es en sí misma lícita. No se han detener
demasiados deseos en el corazón, ni "mundanales" ni tampoco
"celestiales". En síntesis, hay que darse cuenta de que la obtención
de los deseos no va a resolver nuestro problema fundamental, pues, tanto su
consecución como su frustración conducen al sufrimiento continuo. No obstante,
sí han de surgir "deseos" de conocer el propio "substrato
trascendente"(svarupa), que no es sino Brahman. Esto requiere
discriminación (viveka) entre lo Real (lo permanente, lo imperecedero) y lo que
No es Real. El Conocimiento (jñana), a medida que se va asentando en el
corazón, es lo que anima y vivifica este proceso. Tanto los lectores que no
estén avezados en la "filosofía" Vedanta Advaita como aquellos
buscadores que ya estén familiarizados con su textos y enseñanzas, creemos que
encontrarán en este libro un importante soporte para la reflexión y la
meditación. Agradecemos a la Fundación Internacional Chinmaya de Kerala su
autorización para que llevásemos adelante la traducción de la sección de Swami
Gurubhaktananda que forma parte de esta publicación.